A una hora de la capital, aguas de origen volcánico ofrecen múltiples beneficios

Una de las excursiones más aclamadas durante un viaje en Quito es la visita a Papallacta, a tan solo 67 km, en la cordillera oriental de los Andes.
Para llegar al balneario existen diferentes opciones: auto, reservar un tour privado desde Quito, viajar en bus interprovincial o taxi.

El balneario de Papallacta tiene 10 piscinas termales de diferentes temperaturas y tamaños, así como con tres piscinas de vertiente de agua fría.

Estas instalaciones permiten a los visitantes disfrutar de un relajante baño termal, promoviendo no solo la salud, sino también la relajación. Además, el recinto tiene, también, un spa donde los visitantes encontrarán una amplia gama de tratamientos y un restaurante con la mejor propuesta gastronómica de la zona.

Las aguas termales de Papallacta tienen origen volcánico, son incoloras y su temperatura oscila entre los 35 y 64º C. Gracias a su ubicación privilegiada entre los volcanes Cayambe y Antisana cuentan con una riqueza hidro-termal única.

Estas aguas ofrecen grandes beneficios para la salud, son antialérgicas, desinflamatorias, diuréticas, antirreumáticas y sedantes, lo que las convierte en aliadas naturales para el bienestar físico y mental para todo aquel que las visite.