En ese tiempo en el que todo estuvo en pausa, a puerta cerrada, y guardando las medidas de prevención para evitar la propagación del covid-19, restauradores trabajaron para dar mantenimiento a nuestras joyas arquitectónicas y hoy, que estamos reabriendo con responsabilidad estos espacios coloniales, nuestros visitantes pueden disfrutarlas.
Las capillas e iglesias que fueron sometidas a trabajos de conservación y restauración para salvaguardar el patrimonio y fortalecer la identidad cultural del DMQ fueron: la iglesia de Santa Bárbara, la capilla de San Vicente de Ferrer en el convento de Santo Domingo; las capillas de Jesús del Gran Poder y de la Virgen del Pilar en la iglesia San Francisco; y los bienes muebles de la Iglesia del Monasterio de las Agustinas de la Encarnación, en San Juan.
En el caso de la Iglesia Santa Bárbara, ubicada en las calles García Moreno y Manabí, la intervención contempla trabajos de conservación en retablos, pintura mural, pinturas de caballete, esculturas de madera y elementos de carpintería como puertas y mamparas, así como piletas. Se trata de obras que pertenecen a los siglos XVIII, XIX y XX. Además, se trabaja en la pintura de mamposterías y actualización del sistema de iluminación con tecnología LED, entre otras actividades de conservación.
En la antigua capilla de San Vicente Ferrer que cuenta con bienes muebles patrimoniales como pintura mural en mamposterías y en el cielo raso, latones con pintura decorativa, además de elementos en madera como puertas y apliques tallados y policromado están siendo intervenidos a través de diferentes procesos de limpieza, recuperación, consolidación y protección.
En la Capilla de Santa Rosa se interviene pinturas de caballete de los maestros Luis Cadena y Fray Enrique Mideros, de este último también se labora para la recuperación de la pintura mural del ábside de esta capilla.
En el interior de la Iglesia de San Francisco se ubican las capillas de Jesús del Gran Poder y de la Virgen del Pilar, también conocida como del Santísimo. En estos dos proyectos se realizan trabajos de saneamiento de humedades en cubierta y el retiro de tejuelo en mal estado para su impermeabilización. En cuanto a sus bienes muebles, el IMP interviene en la conservación – restauración de la pintura mural, retablos, esculturas y pinturas que datan de los siglos XVIII, XIX y XX.
En la Iglesia del Monasterio de las Agustinas de la Encarnación se recupera una pintura mural de gran formato, retablos, esculturas, pinturas, entre otros. De esta manera, se intervienen cerca de 50 bienes muebles que expresan las creencias religiosas y saberes tradicionales asociados a la escuela quiteña y al arte moderno. Otro de los trabajos contemplados en esta intervención es la implementación de luminarias y mejoramiento del sistema eléctrico de la iglesia.
El reinicio de las obras desde el mes de junio, está a cargo del Instituto Metropolitano de Patrimonio -IMP- que cuenta con equipos multidisciplinarios conformados por restauradores, arquitectos, talladores, carpinteros y albañiles, para quienes se tomaron todas las medidas de bioseguridad.
El Municipio de Quito cuida y vela por la memoria histórica de la capital de los ecuatorianos, contribuyendo a una adecuada y articulada gestión en torno al patrimonio del Distrito Metropolitano de Quito, así como a la recuperación del espacio para uso de la comunidad.