Declarado por la Unesco como la séptima Reserva de Biósfera del Ecuador, concentra en sus 286 mil hectáreas 12 tipos de bosques con 3.200 variedades de plantas, 140 especies de anfibios y 270 mamíferos.
Ubicado a 45 minutos de Quito, este bosque supone un enclave ideal para realizar turismo de aventura, científico, académico, voluntario y educativo, a la vez que permite admirar la formidable fauna y flora de la región. El santuario natural sorprende a sus visitantes con 3.200 variedades de plantas, 140 especies de anfibios y 270 mamíferos, entre los que destacan el oso de anteojos, el puma y el olinguito.
La reserva se extiende a lo largo de tres cantones y el Distrito Metropolitano de Quito alberga el 83% de su diversidad. Los espectaculares paisajes y los silbidos de las aves acompañan a los senderistas en sus aventuras e imprimen a los caminos del Chocó Andino un ambiente mágico.
Esta región posee cinco cuencas y 12 tipos de bosques, de los cuales nueve son protectores y más de seis reservas privadas. También se puede encontrar el Corredor Ecológico del Oso Andino, que nació con el objetivo de proteger el hábitat de la emblemática especie. La reserva Geobotánica del Pululahua, ubicada dentro del Chocó Andino, es uno de los pocos cráteres en el mundo donde vive gente debido a su tierra fértil que posibilita la práctica de la agricultura.
Gracias a proyectos de conservación y turismo comunitario, los pueblos de Yunguilla y Nono permiten a los turistas alojarse en casas de familias y así conocer el modo de vida de los locales, sus pintorescas casas y decoraciones especiales.
El ‘Festival del Chocó Andino’, es la celebración anual de la Mancomunidad, que tiene como fin continuar con las tradiciones locales, y conmemorar los esfuerzos de quienes trabajan para mantener modelos sostenibles de turismo, agroecología y gastronomía.
¡Visita el Chocó Andino y descubre la biodiversidad que tiene la Capital del Centro del Mundo!