En la ceremonia de premiación del reconocido Óscar gastronómico, The World’s 50 Best, la chef quiteña Pía Salazar recibió el galardón a la Mejor Chef Pastelera de América Latina. Pía, junto con Alejandro Chamorro, son parte del restaurante Nuema, de Quito, que este año subió al puesto número 24 en la prestigiosa lista.

“Muy agradecida con el universo; con mis hijos, mi esposo y mi familia por todo su apoyo. Por supuesto esta es una satisfacción personal, pero esto va mucho más allá de eso; esto es un trabajo en equipo y estoy agradecida con todos los que creen en la propuesta de mi cocina dulce” dijo Salazar, “este reconocimiento es para Ecuador, un país maravilloso, mega biodiverso y del que debemos sentirnos orgullosos pues tiene un territorio con tanto que mostrar”, añadió.

Nuema es el único restaurante que ha permanecido durante 3 años consecutivos entre los mejores; pero este año la novedad es que, en el listado extendido, del 51 al 100, que fuera anunciado en semanas anteriores, ingresaron tres restaurantes ecuatorianos: Quitu se sumó por la Capital del Centro del Mundo; y Casa Julián y Mikka por Guayaquil.

En este año, Nuema recibió la visita de prestigiosos chefs internacionales de los restaurantes Maido y Central de Perú, ubicados en el TOP 7 y 4, respectivamente; y se esperan más intercambios en los que la cocina quiteña y ecuatoriana tenga presencia en otros países.

“Para nosotros formar parte de la prestigiosa lista de 50 Best significa que Ecuador sigue tomando fuerza como un destino culinario de relevancia en Latinoamérica”, mencionó Chamorro y, “que una forma de hallar nuestra identidad como ecuatorianos es a través de nuestra gastronomía y que los medios para llegar a ella son su cocina, cocineros y productores”.

El restaurante   Nuema   se   destaca   por   trabajar   directamente   con   productores   locales, aprovechando los innumerables, y muchas veces desconocidos, productos y especies originales del Ecuador; a través de una cocina extremadamente creativa que recupera las raíces de las tradiciones ecuatorianas con una experiencia contemporánea que sigue el ritmo de las estaciones y presta especial atención a la rastreabilidad de los ingredientes que utiliza.